VIH, neumonía asiática, ébola… Gran parte de las amenazas para la salud registradas en los últimos años son zoonosis, es decir, enfermedades infecciosas que saltaron a los humanos desde los animales salvajes.
Los resultados, que se publican en la revista Nature, señalan a los murciélagos como el mayor reservorio de virus con capacidad para infectar a los humanos; un dato que no ha sorprendido a los investigadores, ya que está demostrado que de estos animales surgió el último brote de ébola, entre otros. Los primates y los roedores serían, a mayor distancia, los siguientes en esta lista de potenciales orígenes de infecciones zoonóticas.
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